¿Cuándo cambiar un cartucho y como conservarlo para que no colmate?

Determinar cuándo reemplazar los cartuchos filtrantes es crucial para mantener la eficacia y rendimiento óptimos de tu sistema de filtración. La frecuencia de cambio de los cartuchos de filtro dependerá de varios factores, como el tipo de sistema que empleas, la calidad del líquido que estás filtrando, el nivel de filtración requerido y el proceso de producción. No obstante, aquí te ofrecemos algunas directrices generales:

• Renueva los cartuchos filtrantes periódicamente y cambio recomendado cuando el Δp sea superior a 2,5 bar. También recomendamos reemplazar los cartuchos filtrantes cada 6 a 8 meses, incluso si parecen estar en buenas condiciones.
• Verifica el manómetro: Si tu sistema de filtración está equipado con manómetros, es importante revisarlos regularmente. Cuando la presión diferencial empieza a aumentar más allá del rango normal de operación, es hora de cambiar los cartuchos filtrantes.
• Controla el caudal: Si observas una reducción en el flujo de agua, podría indicar que los cartuchos están obstruidos y necesitan ser sustituidos.
• Inspecciona los cartuchos filtrantes: Realiza inspecciones periódicas de los cartuchos en busca de señales de desgaste, como grietas, rasgaduras o descomposición. Si encuentras algún daño, es momento de cambiar los cartuchos filtrantes.

Siguiendo estos pasos, podrás determinar fácilmente cuándo y cómo reemplazar los cartuchos filtrantes en las unidades de cartucho único o múltiple. Recuerda siempre utilizar las herramientas adecuadas y el equipo de seguridad necesario para garantizar un reemplazo seguro y eficiente del filtro.

Si nos centramos ahora en cómo conservar los cartuchos si no los vamos a usar durante varios días, diponemos de las siguientes opciones: 

a) Conservación en una disolución de ácido cítrico 1% + metabisulfito potásico 1%: es preciso reponer esta disolución cada 2-4 semanas en función de la eficacia del cierre del recipiente que estamos usando. Hay que quitar las juntas de los cartuchos para evitar que pierdan elasticidad.

b) Conservación en una disolución de ácido peracético al 0,5% en agua fría: esta opción sólo es válida para paradas de pocos días, ya que la disolución es eficaz 6-8 días. Hay que quitar las juntas de los cartuchos para evitar que pierdan elasticidad.

c) Conservación en una atmósfera de nitrógeno: presurizando el recipiente a 1,5 bar, con mantenimiento diario para aportar más gas para compensar las fugas.

d) Conservación en una disolución de alcohol vínico 70% + agua 30%: que tiene un total efecto biocida y permite conservaciones de larga duración.

e) Conservación de los cartuchos secos: en el caso de paradas de varios meses. Después de embeberlos en una disolución de ácido peracético al 0,5%, se sacan del recipiente y se dejan escurrir y secar en un sitio limpio, bien ventilado y seco, sin exposición directa al sol. Una vez están muy bien secos se guardan en sus cajas de cartón, sin las bolsas.

En cualquier sistema de conservación que usemos, hay que evitar a toda costa los conocidos tubos de PVC, ya que no son para uso alimentario y la disolución puede extraer sustancias no deseadas del PVC o de las colas que se usan para las tapas. Estas sustancias pueden quedar impregnadas en el medio filtrante del cartucho.